Con aroma a café y licores orgánicos, enmarcado en la vistosidad del colorido tenek, ofreciendo su sabor a nieves, palpando la suavidad de los textiles bordados, y arrullados por el canto de las aves en la vegetación que le circunda, el Mercado Artesanal La Mora, en Aquismón, reúne las características elementales para llenar todos los sentidos, y satisfacer la variedad de gustos de propios y visitantes.
UNA CÉNTRICA UBICACIÓN
Rumbo al poniente, al final de la calle peatonal que continúa a la principal “Damián Carmona”, el sitio da la bienvenida con su letrero pero también con toda la belleza que reúne, comenzando por la peculiar estrella tenek al centro, elaborada en cemento y vestida de los colores brillantes que identifican a la etnia predominante en el municipio: Es hora de comenzar un recorrido por el talento de los artesanos y productores aquismonenses.
CAFÉ Y LICORES ARTESANALES
A la derecha está Alfredo Enríquez, expendiendo el café que se siembra en la sierra de Aquismón, procesado orgánicamente, y cumpliendo los requerimientos de los paladares más exigentes; de hecho, especialistas aseguran que –por las características de suelo y clima- la calidad del producto que se cosecha en Aquismón está a la altura del que se hace en Brasil y Colombia. Aquí también es posible ubicar licores artesanales elaborados con fruta.
EL UNIVERSO ARTESANAL TENEK
Enseguida encontraremos a Paula (de “Tanute”), a María Margarita Macedonia Felipa (de “Tampate”), y a Genoveva; ahí comienza el bordado: Abanicos, adornos, aretes, bandas para el pelo, blusas, bolsas para celulares, camisas, caminos y centros de mesa, cinturones, collares, cubre bocas, diademas, gorras, lapiceros, llaveros, manteles, monederos, moños, pulseras, servilleteros, sombreros, talegas, tenis, tortilleros, vestidos, “quesquemes” y “petobes”.
TAMBIÉN ARTESANÍA EN SEDA
“Junkut Tolabil An Tenek Mimlab Cal An Pat” (“Mujeres organizadas trabajando el hilo”) es el nombre de una agrupación exitosa que comenzó su historia en "Santa Anita" en 1997, cuando dentro del Programa de Desayunos Escolares les enseñaron a cultivar la mora, que era el árbol que a su vez alimentaba al gusano de seda, de donde surgiría la materia prima de su trabajo.
De los 32 integrantes que comenzaron inicialmente, cuando se acabó la prestación de una beca, muchos se desanimaron y desertaron; al final quedaron solo 11 -entre hombres y mujeres- quienes han seguido trabajando, recorriendo prestigiosas exposiciones, ferias y festivales, donde sorprenden no solo por su capacidad de organización, sino también por su talento.
Cuando se trabaja el hilo para las manufacturas, separan los capullos con los que también se elabora vistosa bisutería; hasta le introdujeron plata, para darle más calidad y valor; todo es natural y artesanal, incluso los colorantes se hacen a base de grana cochinilla, palo Brasil, yerba del burro, flor de cempasúchil y “mohuite”. En Aquismón, el local es atendido por Clara Pérez Rosalino, quien además es la presidenta de los artesanos de “La Mora”.
HERMANAS MARTÍNEZ: FAMOSAS Y TALENTOSAS
María Concepción Martínez es la mayor de ellas; nació el 19 de agosto de 1950 en la primera sección de Tampate. Borda desde que tenía quince años y aún después de haberse casado; sus hijas y nietas han seguido sus pasos en la artesanía. Al igual que María Luisa Martínez –su hermana gemela- doña Concepción ha recorrido ferias y exposiciones de otras ciudades importantes del país como San Luis Potosí, México, Monterrey y Guadalajara.
Aunado a la fama por su habilidad y talento, las hermanas Martínez se hicieron más conocidas cuando el 3 octubre de 2016 fueron contratadas por una empresa de publicidad para formar parte de una campaña de difusión de la empresa aseguradora Met Life. A principios de diciembre de ese año, las aquismonenses aparecieron en anuncios espectaculares que recorrieron el país, junto con sus artesanías.
DOÑA TEO: ARTESANA Y CAFICULTORA
Artesana y destacada productora cafetalera de “El aguacate”, María Teodora Mateo Irinea nació el 9 de noviembre de 1960 en esa localidad, ubicada a doce kilómetros de la cabecera. Desde mitad de los noventas se dedica a la siembra de café, y de manera comercial lo realiza a partir de 2008, lo que le ha permitido sacar adelante a sus seis hijos, pues el producto que expende es muy demandado.
La condición de mujer no le impide desarrollar todos los procesos de preparación de la tierra: Siembra, cultivo, cosecha y procesamiento del grano. Ese conocimiento profundo y el perfeccionamiento de la calidad, le han dado buenos resultados: El primer lugar en el Concurso Estatal de Calidad de Café en Taza en enero de 2013, y el segundo puesto en el año 2015.
Sus descendientes mujeres han seguido su ejemplo y camino en la caficultura, e incluso algunas nietas ya están inmersas en el negocio. Doña Teo cumple además su habitual función de ama de casa (pues es casada), pero también se dedica al bordado de artesanía tenek, y a la siembra de palmilla desde 2013, la cual además de limpiar y ponerle sombra, cosecha para también generar de ahí la obtención de recursos.
DON MIGUEL Y LA MEDICINA TRADICIONAL
A mitad del recorrido por “La mora”, encontramos a don Miguel Calixto Pazarón, con sus productos para tratar la artritis, la caída del cabello, los calambres, problemas de circulación sanguínea, diabetes, dolencias, epilepsia, y riñones; pero además expendiendo árnica, bálsamos, baños curativos, cremas, copal, jabones, jarabes, moringa, pomadas, sábila, tés, veladoras, y velas.
Es un referente de la medicina tradicional en Aquismón, aunque nació en San Antonio, el 4 de abril de 1948. En su tierra natal comenzó a dedicarse a ésta práctica cuando tenía 23 años (en 1971), motivado por sus abuelos paternos (Antonio Calixto y Ana María Morelos), y por su padre Santiago Calixto. En 1956 llegó a Aquismón y dos años después se estableció en “Oralia Gutiérrez” y “Morelos”, a unos pasos de la iglesia San Miguel Arcángel.
Formó su hogar y también creó la Organización Social de Salud de Medicina Indígena Tradicional (OSSMIT), en 1994, con 28 integrantes de Aquismón, Ciudad Valles, Coxcatlán, San Antonio y Tancanhuitz. Realizó y participó de un sinfín de encuentros de medicina tradicional en el país, donde transmitieron esa sapiencia ancestral; uno de los más provechosos fue el organizado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Con 40 mil pesos que entonces les aportó el IMSS, decidió remodelar un edificio abandonado contiguo al auditorio municipal de Aquismón, para adaptarlo como sede de la OSSMIT, que para entonces se había afiliado al Consejo Nacional de Medicina Tradicional (Conamit). Desde entonces ha consultado ahí, gratuitamente, solo aceptando cuotas voluntarias, y cosechando satisfacciones a partir de su trabajo.
Ha sido esa sabiduría la que lo ha llevado a ferias, encuentros, y exposiciones en varias partes de la República, pero entre las experiencias y reconocimientos recuerda que en sus inicios, sanó al hijo de una señora de “La morena”, ya desahuciado por los médicos. Y en otra ocasión, una joven madre le agradeció haber salvado su matrimonio a partir de que le ayudó a que pudiera tener hijos.
DOÑA BRÍGIDA: PRODUCTORA AFAMADA
María Brígida Chávez Martina nació en “Tampate” el 1 de febrero de 1953, de donde salió hacia “El aguacate”, a los 16 años, cuando se casó; cuatro años después se inició en la artesanía, aprendiendo las técnicas y organizándose con mujeres de su localidad que tenían la misma habilidad, hasta formar un equipo y conseguir un préstamo, debido al cual debieron trabajar muy duro para poder regresar el dinero con intereses.
Junto con treinta artesanas más, ganó un proyecto del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmyc), hace algunos años; después obtuvo la beca del Programa de Desarrollo Cultural de la Huasteca, en 2016. Es madre de siete hijos, y abuela, y algunas descendientes siguen sus pasos; junto con su grupo participó en muestras y exposiciones en ciudades cercanas, con buena aceptación.
Ha tomado capacitaciones culturales como el “Taller para el registro del patrimonio cultural”; y formó parte del Consejo local del Programa de Desarrollo Cultural Municipal (Prodescum) de 2015 a 2018. En noviembre de 2017 se convirtió en la imagen del afamado Festival del Huapango en Amatlán, Veracruz, donde fue tratada como toda una celebridad y llamó la atención no solamente por su vestimenta, sino por su sabiduría y sencillez.
NIEVES Y COLLARES
En ese conglomerado de creatividad y celebridades huastecas, también destaca el sabor de las nieves de elaboración totalmente artesanal: Ahí se encuentra Estefanía, quien llega desde “Tampate”, a expender los productos que elabora Lamberta Merced Enríquez. A un costado, deslumbra la confección de collares, de “HuasteKArt”, donde tampoco pueden faltar los diseños que remiten a la cultura tenek.
MÁSCARAS Y PINTURAS
Enseguida encontramos a Faustino Francisco Iglesias, quien no solamente se distingue como el secretario de la agrupación de artesanos de La Mora, sino también por convertir su habilidad para manejar el barro y la madera, en vistosas artesanías y máscaras. Adicionalmente, su talento para la pintura se encuentra en diversos murales en Aquismón, y en obras que expende ahí mismo.
Su trayectoria no es reciente, pues pinta desde que tenía ocho años, de manera empírica; ahora plasma paisajes en piedra, cucharas, guajes, ruedas de madera, tazas, y comales. Aunque admite que hay poca aceptación por la gente y el arte es poco valorado, a Tino –como es conocido en Aquismón- le satisface notar que sus hijos de seis y ocho años ya siguen sus pasos.
LA ARTESANA MÁS LAUREADA
Y antes de salir, no pueden dejar de visitar el local de María Juana Enríquez. “Juanita” (como más se le conoce) nació el 20 de octubre de 1959 en la primera sección de “Tampate”, la localidad más grande del municipio de Aquismón. A los cinco años quedó huérfana de madre y se mudó a casa de una tía, a la que ayudaba en las labores del hogar, pero ya empezaba a llamarle la atención la artesanía.
Vivió con una madrina, quien le compraba estambres para que aprendiera a bordar; así comenzó a los ocho años. Practicaba entonces con un pantalón viejo de mezclilla y le zafaba hilos a un costal de maíz para completar la materia prima y especializarse. Tuvo nueve hijos, y para mantenerlos se dedicó de lleno al bordado, que solo abandonaba cuando su esposo enfermaba y tenía que dedicarse también a las labores del campo.
Con el tiempo se apasionó por los diferentes tipos de manufactura; atrás quedaron los años cuando se avergonzaba de esa tarea, y hasta heredó el oficio a sus descendientes. Ha recorridos ferias y exposiciones del país, y es pieza infaltable en reportajes sobre la cultura tenek, dentro de los cuales aparece en páginas de periódicos y de internet, más aún después de obtener el primer lugar en el Quinto Concurso Nacional de Textiles, en agosto de 2017.
Con una técnica depurada, todo a mano, ofrece sus variados y coloridos productos en el Mercado Artesanal La Mora de Aquismón, en un local atendido por su familia, pues recientemente ella se estableció en el kiosco de la Plaza Principal. Es además integrante del Comité de Pueblo Mágico de Aquismón, y el 8 de marzo 2022 fue reconocida por el Ayuntamiento actual como mujer aquismonense distinguida.
EL VESTIGIO HISTÓRICO
La denominación de “La Mora” deriva por ser el nombre original de un pozo ahí localizado, y que todavía se conserva, en la esquina sur poniente, a lado de un mural representativo de los atractivos naturales de Aquismón, pintado por el propio Tino. Aunque a la fecha ya no se usa, el sitio aún tiene agua, y fue el lugar donde la gente acudía a abastecerse del vital líquido, antes de la década de los setentas, cuando se instaló el sistema de distribución en la cabecera municipal.