Ángel Altamirano García ha sufrido dos infartos: El último fue en 2018, a unos días de la visita de Andrés Manuel López Obrador a Ciudad Valles; al igual que en la primera ocasión llegó caminando y lo han atendido a tiempo, sin embargo, con los antecedentes familiares siempre jugando en contra, los pensamientos por más positivos que se pretendan de inicio, al final terminan invadidos de temor.
“Varios parientes cercanos han muerto de infartos, y a mí me dijo el doctor que de diez personas seis mueren en camino a la ayuda médica, y de los cuatro que llegan solamente se salva uno; entonces yo sí pensé que me iba a morir, incluso pedí que me llevaran al panteón de San Vicente, con mis papás. Entré un lunes, y para el viernes ya estaba caminando, en el mitin de Andrés Manuel; por eso pienso que si Dios me dejó, es por algo”.
SUS INICIOS DE LUCHA
Pero las batallas enfrentadas por el coordinador estatal de la Unión Campesina Democrática (UCD) -quien acaba de registrarse como posible candidato a la Presidencia Municipal de Ciudad Valles por Morena- han sido muchas en sus seis décadas de vida, de las cuáles lleva más de un cuarto de siglo dedicado a la lucha social y a la gestión.
A mitad de los noventas, mientras participaba en la toma de la Secretaría de Hacienda por el asunto de la legalización de las unidades de procedencia extranjera, fue invitado a la asamblea constitutiva de la organización El Barzón, en Zacatecas; y posteriormente a Chapingo, para una reunión con el mismo propósito, pero de la UCD: “Y ahí iniciamos, logrando los primeros acuerdos a favor de los propietarios de los vehículos americanos”.
“En doce años se logró que se creara la ley de fideicomiso de apoyo a los ex braceros, en tiempos de Vicente Fox, para eso hicimos una movilización a la casa de la mamá del Presidente, y la señora terminó demandándonos porque dijo que le quebramos unas macetas de su jardín. También hicimos la ‘Cabalgata por la dignidad del campo’, sacando la única ley para la regularización de los vehículos”.
VALLENSE DE IZQUIERDA
De esta manera recuerda sus inicios en el terreno político Ángel Altamirano García, un hombre de campo oriundo del rancho “La chaca” (Ciudad Valles), donde nació el 22 de septiembre de 1962, hijo de Ángel Altamirano Salinas y Esther García Pañola, ambos dedicados a ganadería y a la agricultura, actividades por las que heredó esa pasión como productor.
Su trabajo de más de treinta años en la Unión Campesina Democrática ha sido reconocido ante las autoridades y dependencias del Gobierno Federal, como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), el Instituto Nacional de la Economía Social (Inaes), y Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), entre otras, por su papel como interlocutor para hacer llegar demandas e inquietudes de sus representados.
En este tiempo, la UCD ha logrado favorecer a miles de afiliados en todo el estado de San Luis Potosí, en la nacionalización de sus unidades de procedencia extranjera, con la finalidad que sus dueños puedan circularlas libremente por el país, satisfaciendo así las diferentes necesidades que requieren las familias y los diferentes sectores sociales en el campo y la ciudad.
Ha participado en diversos movimientos municipales, estatales y nacionales, destacando la movilización a caballo durante 52 días desde Ciudad Juárez a la Ciudad de México, denominada “Cabalgata por la dignidad al campo mexicano”, con tres objetivos principales: Que no se aprobara la ley que permitía a los bancos embargar bienes a deudores, promover el desarrollo rural sustentable, y generar la ley de inscripción al parque vehicular.
CON CÁRDENAS Y AMLO
Siempre de pensamiento político izquierdista, Altamirano García comenzó en dicha corriente desde el lejano 1988, cuando Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano formó el Frente Democrático Nacional -antecesor del Partido de la Revolución Democrática (PRD)- y acusó el fraude electoral contra Carlos Salinas de Gortari. Estuvo con él y lo acompañó, lo mismo a los precursores del perredismo en la localidad y el estado.
Posteriormente apoyó al ahora Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en su lucha política a finales de los noventas; fue a varias partes del país y lo recibió en diversas ocasiones en Ciudad Valles. Después encabezaron juntos la lucha por la Presidencia de México desde el PRD en las controversiales elecciones de 2006, así como en la contienda de 2012.
Previo a los comicios de 2018, cuando el Partido de la Revolución Democrática tomó otro camino, Ángel Altamirano no estuvo de acuerdo en aliarse con la derecha (representada por el Partido Acción Nacional), con la que siempre mantuvieron diferencias ideológicas, y continuó el respaldo a López Obrador, pero ya dentro del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).