Futbolista y entrenador profesional. Gheraldao -como le llamaron alguna vez en las Chivas- nació en Ciudad Valles el 21 de septiembre de 1965. Hijo de Isidro Silva Martínez (un empleado bancario) y María Escudero; fue el mayor de sus otros cuatro hermanos: Rolando, Carmen, Isidro y Adriana.
Desde chico, cuando acompañaba a su padre a ver partidos de torneos interbancarios de futbol, a Gerardo le nació el gusto por este deporte y a los 7 años comenzó a practicarlo en el Deportivo Milán de la Colonia Obrera. Así fue el inicio de su vida, entre la afición por el balompié y sus estudios de Primaria y Secundaria.
Cuando iba a ingresar a la Preparatoria se trasladó a San Luis Potosí, a cursar allá ese nivel. Un día, mientras leía un periódico local se enteró que el Atlético Potosino iba a hacer pruebas a jóvenes para que formaran parte de su equipo; Gerardo se presentó a ellas y logró pasarlas.
Así inició su trayectoria futbolística en las fuerzas básicas, cuando tenía 17 años. Ya en 1983 se dio el comienzo formal en el aspecto profesional, militando en un equipo de Tercera División; y ya en la mira del Atlético Potosino, pudo debutar en la Primera División durante el Torneo México 86, en un partido contra el Atlante.
José Camacho fue su primer entrenador, al que siguieron otros como Luis Grill, Pedro Araya y Jesús de Anda, que marcaron su vida, al igual que compañeros como Lorenzo Unánue, quien se convertiría en su maestro. Gerardo era entonces un joven que así como crecía futbolísticamente despertaba la admiración de los vallenses.
Como el equipo tunero era propiedad oficial, la renovación constante del gobierno creaba incertidumbres económicas y sobrevino la crisis ante la falta de atención. Atlético Potosino descendió a la Segunda División en la campaña 1988-1989, y a Gerardo Silva parecía que se le truncaba su carrera ascendente.
Pero fue vendido al Santos de Torreón, donde conoció a Rubén Maturano, entrenador que le ayudaría a desempeñar buenos partidos, convirtiéndolo en un atractivo para el Guadalajara, conjunto donde el mediocampista vallense cumpliría la mejor de sus etapas como futbolista, incluso llegaría a ser capitán del equipo.
Ahí permanecería tres temporadas, de 1990 a 1993, en una de las cuales llegaría a participar en todos los encuentros, incluyendo la liguilla final. Graduado en Administración Agropecuaria y casado con Lorena del Rosario Chávez, el futbolista vallense destacaba como un jugador de marca, de toque y de habilidad.
Bajo el mando de Miguel Ángel “El Zurdo” López, Silva Escudero fue despertando interés en los seleccionadores nacionales y de aquel equipo por el que siempre sintió un gran respeto: El América. Lleno de ilusiones se convirtió en “Águila”, pero la oportunidad de demostrar sus cualidades no llegó.
Tras una temporada en la que pasó inadvertido en el cuadro de Coapa, arribó al Puebla, donde Alfredo Tena lo tenía contemplado para la titularidad de la media cancha; desafortunadamente un malentendido con la directiva motivó el arribo -en su lugar- del timonel Hugo Fernández.
Tal situación repercutió negativamente para el vallense, debido a que el nuevo técnico no consideró a Gerardo Silva en sus planes. Ahí comenzaría su peregrinar por Primera A y Segunda División, con Tampico, Querétaro y Real San Luis, donde se retiró.
Una vez concluidos sus cursos como entrenador, probó suerte en un equipo de Tercera División de Río Verde y luego en la Primera A -a la par con su amigo René Isidoro García- en el Chiapas, hasta llegar a las fuerzas básicas del equipo Club San Luis.
En el año 2005 le llegaría la oportunidad de adquirir experiencia internacional, cuando se desempeñó como auxiliar técnico de la Selección Nacional de México en la Categoría Sub 21 para el famoso Torneo de Toulun –en Francia- a lado de René Isidoro.
En 2006, fue elegido “Vallense distinguido” en el sector deportivo. Y meses después fundó en Ciudad Valles su propia escuela de futbol infantil y juvenil, donde dejaría huella al conseguir importantes logros en las diferentes categorías de la Liga Menor.
Sus tareas inmediatas fueron solo como auxiliar, pasando por Correcaminos de Primera A, Jaguares de Chiapas, León y San Luis, hasta que se le dio la oportunidad como entrenador titular a cargo del equipo Categoría Sub 20 de Santos de Primera División y posteriormente del conjunto Lobos (de San Luis) de Tercera División.
A mitad de marzo de 2013, con la renuncia de Carlos María Morales a la dirección técnica del Club San Luis por la mala marcha del equipo en la Primera División, el vallense tomó el mando (en una situación de peligro por el descenso), iniciado una excelente racha empatando frente al América en el estadio Azteca.
Aunque al final de cuentas el equipo fue vendido y con el paso del tiempo continuó en la división de ascenso, lo cierto es que Gerardo Silva cumplió el objetivo inmediato –en su momento- de salvar al equipo dentro de la competencia, demostrando también sus cualidades en esta faceta dentro del futbol.
(TOMADO DEL LIBRO "VALLES Y SU GENTE", DE LA AUTORÍA DEL PERIODISTA, HISTORIADOR Y ESCRITOR, JULIÁN DÍAZ HERNÁNDEZ).